Fui un hijo de Dios sin salud

Fui un hijo de Dios sin salud

Ser un hijo de Dios con enfermedad plantea controversia, dudas y hasta una gran depresión. ¿Cómo es eso posible? ¿Un hijo de Dios enfermo? ¿Acaso Cristo no nos devolvió la salud? Antes de que empieces a cuestionar lo que está escrito en la Biblia, o aún de Cristo, es bueno estudiar lo que esto significa. Pero antes de eso, aviva tu fe, no te alejes de la verdad que es Dios.

1. ENCUENTRA PAZ

Sólo Dios te puede dar la paz que necesitas durante los tiempos difíciles y es esta paz la que te permitirá continuar con tu vida con una mejor perspectiva que facilitará tu proceso para retomar tu salud.

2. DIOS NO RESTAURA LO QUE NO SE VALORA

Dios no te va a restaurar la salud sabiendo que con tus malos hábitos vas a volver a terminar en el mismo lugar, por eso quiere primero tratar tus comportamiento antes de devolverte lo que has perdido. Así que ya sabes que hacer. Empieza a mejorar tus hábitos, para lo cual puedes comenzar con tu alimentación que es la base de una buena salud.

3. ARREBATA LAS BENDICIONES

No te quedes esperando una sanidad milagrosa, provoca el milagro de Dios en tu vida, no te quedes quieto, empieza por estudiar todas las personas que recibieron sanidad y todas las recomendaciones que tiene la Biblia sobre la salud, y si tienes dudas, pide asesoría con alguien que se especialice en la salud basada en las leyes naturales que Dios estableció en la creación, las cuales están en la Biblia. Recuerda que Dios te ama, y por medio de Cristo, todo es posible. Así que como está escrito: aunque tarde, espéralo, ya que ciertamente no demorará.   Jordy Madueño P. LENUS CEO